22/08/2014


Una casa quiere revivir

El cielo y la tierra son los mismos, Puerto Rico es otro y la Casa Klumb se empeña en sobrevivir huracanes y el tiempo. Su rescate puede ser real


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o menos que pensarías es que estás en el sector Sabana Llana, rodeado del valle de cemento en que el modernismo convirtió a Río Piedras en las últimas décadas.

Pero sí, es Río Piedras y esas siete cuerdas fuente del verdor y oxígeno que antes era la norma y ahora es la excepción, son el escenario y uno de los distintivos de la Casa Klumb. Esta edificación fue la residencia del afamado arquitecto alemán Henry Klumb, quien en la Isla creó decenas de edificios para la Universidad de Puerto Rico en sus recintos de Río Piedras y Mayagüez entre los años 1948 y 1968, además de privados.

Su propuesta para el área en que vivió junto a su inseparable esposa, Else Schmidt, era incorporar el clima y la iluminación de la zona al estilo modernista que favorecía. El World Monument Fund la describe en su página cibernética como un ejemplo significativo de la arquitectura moderna en el Caribe. Previo a Klumb, en el siglo XIX la casa fue una típica hacienda criolla.

“El aire acondicionado va a hipotecar a Puerto Rico”, solía decir el arquitecto nacido en Colonia en el 1905, cuando en la década del cuarenta presentaba sus versiones de edificios cónsonos con su filosofía que acogía el clima tropical y respaldaba, entre otros aspectos, la ventilación cruzada sin depender del frío artificial.

Klumb en su residencia.

El arquitecto disfruta de su casa. / Suministrada EA-UPR

Interior y exterior armonizaban en la casa de 2,400 pies cuadrados en parte debido a que Klumb retiró muchas de las paredes exteriores, en una época en que en la Isla se construían más paredes.

Klumb llegó a la Isla en el 1944 invitado por el entonces gobernador Rexford Tugwell, luego de su estadía en el estudio del reconocido arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright. Al finalizar su relación profesional con la Universidad de Puerto Rico, permaneció en Borinquen donde se involucró en otros proyectos arquitectónicos comerciales.

La casa que adaptó y que con el paso del tiempo se convirtió en una rareza verde en la zona metropolitana fue su residencia hasta su deceso en el 1984 en un accidente automovilístico con su esposa aquí en la Isla.

Del olvido la ha sacado su dueño, la Universidad de Puerto Rico, a través de su Escuela de Arquitectura que impulsó junto a otras dependencias gubernamentales que en el 1997 ingresara al Registro Nacional de Edificaciones Históricas local. Luego alcanzó el estatus de Valor Patrimonial de Estados Unidos en el 2012 hasta llegar al último paso en el 2013: integrar la lista del World Monument Fund que impulsa la conservación de estructuras en peligro alrededor del mundo. La lista incluye 67 lugares en 41 países que datan de la prehistoria al siglo XX, según indica la organización.

Vista de los muebles.

Vista del espacio en que se recibían las visitas. El mobiliario también fue diseñado por el arquitecto Klumb. / Suministrada EA-UPR

Esta iniciativa parea fondos que los propietarios de la estructura recauden con miras a viabilizar económicamente su rescate. La Casa Klumb precisa de 1.6 millones para volver a un estado seguro.

CASA USADA, CASA VIVA

¿Qué cuenta una casa para que motive a un país querer retenerla en buen estado varios años más?

“Es parte de nuestro acervo cultural, de uno de los arquitectos más importantes del siglo XX”, declara Francisco J. Rodríguez Suárez, decano de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, “la casa es un híbrido, es una hacienda tradicional que Klumb reconstruyó y la convirtió en un hito. La casa propone su filosofía de cómo se debe vivir en el trópico”.

Un comité de profesores de la Escuela de Arquitectura de la UPR presentó este mes a la Oficina de Presidencia del primer centro docente del país, un informe detallado para que la institución educativa seleccione la propuesta de restauración que respaldará.

“La idea es rehabilitarla con uso y ahora se están evaluando posibles usos”, sostiene el profesor de arquitectura e historiador Enrique Vivoni Farage, “la restauración tomaría dos años en completarse”.

 La idea es rehabilitarla con uso y ahora se están evaluando posibles usos. La restauración tomaría dos años en completarse

Los jardines, en los que destacan las palmas arecas, siempre han atraído la atención hacia la estructura de 2,400 pies cuadrados que los vecinos comenzaron a llamar la “Casa criolla” o “Casa Klumb”.

Tanto la arquitecta Nixal Ramírez como Vivoni coinciden en que al igual que los recintos riopedrenses de la autoría de Klumb, la casa exhibe “una arquitectura democrática” que invita y no aleja, como se aprecia en los vestíbulos abiertos de edificios como Administración de Empresas o Sociales.

En Río Piedras Klumb fue el arquitecto, además, de la Residencia de la Facultad, la Biblioteca General, el Museo de Antroplogía, Arte e Historia, el Centro de Estudiantes, la Escuela de Derecho y, en Mayagüez, del Centro de Estudiantes del Recinto, entre otras edificaciones del Sistema UPR. El Colegio de Arquitectos y Arquiectos Paisajistas de Puerto Rico designó en el 1981 su más alto galardón como Premio Henry Klumb.

Su casa potencia el generoso uso de ventanas, utiliza puertas tipo pivote y ventilación cruzada.

“Esta era una casa criolla tradicional de una hacienda de frutos menores, una casa de madera sobre socos, techo a cuatro aguas de zinc y piso de tabloncillo. Klumb la compró en el 1948”, expone Vivoni.

Parte del mobiliario que había en la residencia -algunas butacas y mesas se han conservado- también fue diseñado por el dueño como las butacas en madera con cordón de algodón o las mesas que podían extenderse o achicarse según la necesidad.

Un paseo en piedras en la entrada avisaba la llegada de visitantes. La vegetación frondosa evitaba que el sol y la lluvia tocarán la casa directamente.

Klumb la vivió hasta el 1984 y desde ese momento se ha mantenido en silencio y ha sobrevivido dos huracanes que afectaron la zona, Hugo y Georges (éste último dañó el techo y la cocina según reporta el World Monument Fund). En el 1986, la UPR adquirió la casa y todos los documentos profesionales del arquitecto los cuales están disponibles en el Archivo de Arquitectura y Construcción de la Escuela de Arquitectura.

“La estructura está bien -las vigas y los soportes- pero hay que trabajar los socos de acero porque están corroídos; en la primera fase se estabilizaría la estructura. Hay partes con comején y la humedad la ha afectado también”, enumera Vivoni las dolamas de la casa que, por suerte, tienen cura.

La mejor medicina será la compañía.

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ARTE EN CASA KLUMB

El pasado mes de febrero la Escuela de Arquitectura convocó a un grupo de artistas a visitar la Casa Klumb para luego crear dese sus respectivas disciplinas inspirados en ella. Este próximo 23 de septiembre, en el Centro de Estudiantes de la UPR se mostrará el resultado de la convocatoria.

“La respuesta ha sido bien positiva. Hemos interesado a artistas de distintas generaciones, que trabajan distintos medios”, explica la arquitecta Nixaly Ramírez.

La venta de las piezas están destinadas al fondo de restauración de la Casa Klumb.

LA CASA HOY <span>by SUMINISTRADA / EA-UPR</span>¡AUXILIO! <span>by SUMINISTRADA / EA-UPR</span>A LA MEDIDA <span>by SUMINISTRADA / EA-UPR</span>GUARDIANES <span>by SUMINISTRADA / EA-UPR</span>SELLO KLUMB <span>by SUMINISTRADA / EA-UPR</span>

 

1 Comment

  • proyecto vivienda valencia 08/05/2015 - 2:36 am

    Hace poco he comenzado un blogg, la información de tu web me proporciona mucha ayuda. Gracias por todo tu tiempo y trabajo.

    Saludos