20/08/2014


Todo el tiempo en un minuto

Cientos de fotos, largas horas, mucha paciencia y el timelapse está en camino. El proceso Fernando Ortiz lo sufre pero lo goza


L

a prisa ha sido debidamente domesticada en la vida del fotógrafo Fernando Ortiz. Al menos cuando de trabajar un proyecto al estilo timelapse se trata.

Dicha técnica reúne cientos de imágenes fotográficas que luego son reunidas a una velocidad mayor, dando la ilusión de que es un vídeo. De hecho, esa es precisamente la pregunta que suelen repetir quienes observan un trabajo en este estilo por primera vez.

Ortiz, de 34 años, labora como fotógrafo publicitario y los primeros timelapse que se grabaron en su memoria fueron los trabajados por la revista National Geographic en los que se documentaba el florecimiento de una planta.

“Pero en el 2009 vi uno que se me pararon los pelos, era de cuando empezaron la construcción del emirato de Dubai, se veía ese cambio del día a la noche”, cuenta.

Decidió atreverse. Poseer una cámara digital es un requisito. El fotógrafo selecciona la cantidad de fotos y la de tiempo que se precisa, oprime el botón de play “y la cámara lo hace”. “Pero el secreto de esto es la composición, cualquiera puede apretar un botón. Técnicamente el timelapse es tomar una serie de fotos a través de minutos, de horas, es la esencia del tiempo y esa es una de las fascinaciones que tengo”.

Técnicamente el timelapse es tomar una serie de fotos a través de minutos, de horas, es la esencia del tiempo y esa es una de las fascinaciones que tengo

Hace unos años, Ortiz tomó la decisión de “como dicen los americanos: stop and smell the roses“. El refrán creó el territorio ideal para el timelapse en su vida.

“Es un break del día a día para ver lo que pasa todos los días y no nos damos cuenta; cada atardecer es fascinante pero diferente,  puedo salir de la zona metro y documentar la isla, he tenido la suerte de viajar el mundo usando la técnica”.

Alude a su participación en una iniciativa investigativa del Departamento de Arqueología, Paleontología y Geología de la Universidad George Washington en D.C. en la zona Koobi Fora el norte de Kenia, en África, a la que se unió como fotógrafo invitado por el boricua Jean Paul Polo; un viaje que le permitió apreciar la majestuosidad del continente negro.

“Esta es una fotografía interactiva y cae muy bien en el tiempo que estamos viviendo, es una evolución de la fotografía”, declara.

Le sentó bien la oportunidad de detenerse a apreciar el aroma de las rosas pero mucho más el descubrimiento de su isla. Descubrimiento porque antes de recorrer  nuestra geografía para retratar estrellas, amaneceres o playas, Ortiz era “el típico chamaco de colegio privado de Guaynabo que lo más que hacía era ir a la playa en Ocean (Park), a la Parguera y ya”.

“Me fui a la universidad fuera de Puerto Rico”, narra, “conocí gente de otros países y al volver, como soy de hacer cosas en la naturaleza, empecé a conocer la isla. Me di cuenta de que esto es un paraíso”.

Fanático de la naturaleza y del tiempo. De nuevo se alinearon las condiciones ideales para enamorarse del timelapse.

“Creció mi adoración por esta isla. Quiero meterme en lugares y hacer un buen vídeo”.

GRACIAS GOOGLE EARTH

Su jornada laboral comienza con dicha herramienta cibernética que usa para identificar lugares aislados que le atraigan y aprender la ruta para llegar a ellos.

“Si son lugares lejos, como la gasolina no la regalan, trato de estimar cómo lo voy a hacer para aprovechar el viaje. Si es una estrella, buscar la composición apropiada, si es un atardecer saber cómo cae la luz y la sombra en el tiro o si quiero que salga el sol, observar bien los movimiento de carros, de gente, en la playa, todo tiene sus factores y varía el tiempo”.

Otra vez el tiempo. Ortiz confiesa que en el proceso hay que tener “una paciencia de tres pares” porque “no tienes la menor idea de cuánto vas a tardar y cuándo van a pasar las cosas”. “Aquí no se puede dejar la cámara y volver después”, dice entre risas.

Por ejemplo, un timelapse de un minuto y medio logrado en Virgen Gorda que realizó y está en su canal de You Tube exigió 1,500 fotos, cuatro horas de labor por la noche y dos por la mañana. El del Puente Dos Hermanos, que no llega a un minuto, cuenta con 750 fotos luego de dos horas y media de labor.

Los que suelen comprometer más su tiempo son los de astronomía. Ver las galaxias requiere de oscuridad y atención. “Tienes que traerte entretenimiento: libros, cervezas, casi no encuentras compañía porque nadie se tira ese tiempo. Pero a mi me encanta ese silencio”, indica sobre los trabajos logrados en zonas con poca iluminación como Salinas, Cabo Rojo, Rincón, Lajas y el centro de la isla, entre otras áreas.

En principio le causaba “pánico”. Arropado por el silencio y la oscuridad temía estar en costas donde “me huele que no debía estar” por temor a toparse con la entrega de un cargamento de drogas, entre otros posibles sucesos que no deseaba atestiguar.

“Pero nunca he pasado un susto. Además, en Puerto Rico no hay animales venenosos que te vayan a matar y si hay…”.

LECCIONES

El fotógrafo no estudió formalmente la disciplina que ejerce. “Esto es leer, practicar, practicar, practicar, leer y paciencia”.

Después de aprender a seleccionar en segundos la composición correcta, entendió que trabajando el timelapse “no tienes el control”.

“Tienes que dejarlo ir. Si llovía mientras trabajaba, al principio me molestaba. Ahora es ‘vuelvo mañana, cambio la escena’, tienes que ser flexible. Ya yo llegué a ese punto de sorprenderme de buena manera, la frustración es conmigo si le doy o no le dí al botón de tirar en la cámara”, afirma Ortiz quien trabaja al momento con la casa productora Sentido común, se mantiene realizando time lapse publicitarios para distintas marcas y ha colaborado con National Geographic.

Ya yo llegué a ese punto de sorprenderme de buena manera, la frustración es conmigo si le doy o no le dí al botón de tirar en la cámara

Ortiz reconoce que el timelapse está muy de moda en la publicidad local, en las películas y en los documentales. Señala que es un medio que empezó a fortalecerse en el siglo pasado y que ha evolucionado al hyperlapse que le abre la puerta al movimiento en el proceso.

“Yo soy fotógrafo y con esto me diferencio. Creo que esto está bien por ahora pero todo es evolución. ¿Qué es lo próximo? No sé”, comenta.

El tiempo, como bien ya él sabe, dirá.

2 Comments

  • Elias Santiago 27/08/2014 - 11:13 pm

    Fernando me invitas que yo te acompaño para hacer un timelapse! Exito siempre brother!

  • […] se llama Fernando Ortiz y el tipo esta requeme ca@##, ha hecho mil cosas en su vida pero esta entrevista que le hicieron recientemente creo que resumen todas sus destrezas. Léanlo que esta bien bueno el […]