19/09/2014


Quién quiere a Don Pasquale

La ópera cómica con música de Donizetti reúne a tres importantes voces nuestras: Ricardo Lugo, Yalí Marie Williams y Joel Prieto


F

lexibilidad, intensidad y dramatismo le pide Don Pasquale al ponceño Ricardo Lugo, quien encarna el rol principal en la ópera cómica con música de Donizetti y de igual nombre que transcurre en la Roma del siglo XVIII.

“Lo pide así para reflejar su carácter y en esta producción eso conlleva muchos colores”, explica el bajo, “él tiene que bregar con situaciones trágicas y cómicas así que tiene que ajustar el color de voz. Eso depende de la producción, de tu experiencia, de la edad que tengas, de las instrucciones del director de orquesta y del director de escena. Hay que saber cómo ajustar la voz y eso te puede tomar muchos años dependiendo de la preparación que uno tenga”.

Lo dice un experto. Al momento Lugo forma parte de la compañía neoyorkina, Metropolitan Opera House, con la cual realiza diversos roles operáticos. Integrar este elenco es sinónimo no solo de retornar a la Isla sino además de interactuar en escena con viejos y nuevos amigos.

El pobre viejo lo que quiere es ser feliz y todos merecemos eso no importa la edad que se tenga y con quien sea

El montaje de Ópera de Puerto Rico para el cual subió el telón el pasado fin de semana en la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré en Santurce y cuya grabación será emitida por el Canal 6 PRTV, fue dirigido por Gilberto Valenzuela y cuenta en sus roles principales -además de Lugo como Don Pasquale- con Yalí Marie Williams como Norina, Joel Prieto como Ernesto y el barítono argentino Gustavo Feulien como el Doctor Malatesta. La Orquesta Sinfónica de Puerto Rico es dirigida por el maestro Roselín Pabón y Joanne Herrero lidera el coro.

Un viejo, una viuda, un galán y un entrometido siempre pueden provocar una historia divertida. En este caso, desafía el amor y la juventud.

“Esto es un gran honor, trabajar con estos compañeros y con Roselín, un queridísimo maestro mío en el Conservatorio de Música (de Puerto Rico). Me siento en casa y el público va a notar esa camaradería en el escenario”, subraya Lugo quien de esta ópera le agrada “primero la música y luego la historia”.

“A pesar de ser una historia cómica, es una realidad que a veces duele; el pobre viejo lo que quiere es ser feliz y todos merecemos eso no importa la edad que se tenga y con quien sea. En medio de la farsa encuentras eso”, propone Lugo quien al cumplir este compromiso retorna al Metropolitan Opera House para integrarse a Lady McBeth y a Oh, maestros cantores, para luego unirse al puertorriqueño Rafael Dávila en el montaje Tosca que hará la Ópera de Zarazota.

“En esta carrera aprendo y seguiré aprendiendo porque esto nunca termina. Nada está dominado, lo que sí podemos es innovar y hacer las cosas diferentes”.

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endito, a Don Pasquale hay que tenerle paciencia”, dice entre risas la soprano Yalí Marie Williams, “hace tiempo que no ha tenido pareja y está fogoso, lo que hay es que mantenerlo en su sitio”.

Ella ejecuta doble papel porque es la misma mujer que se muestra de dos maneras distintas a Don Pasquale. Al igual que el resto del elenco, usará un vaporoso vestuario diseñado por Vilma Martínez.

“Esa mujer comienza como una virgencita y luego se convierte en una fiera, es un papel bien distinto a los que he realizado en mi carrera. Tiene mucha línea y hay que llevar la voz en el centro. Norina tiene una voz más ligera. Pensé que iba a ser más difícil pero lo logré; dije ‘vamos a abrir la mente a eso y funcionó'”, señala Williams.

Esta ópera le permitió revisar lo que había aprendido y descubrir otros lugares a los que puede llevar su voz. “Me abrió los ojos”, dice la soprano que está de vuelta al escenario luego de tener a su niña Ariana Yalí, que apenas tiene 18 meses y se suma a la familia que ya integra su hjo de tres años, Arturo José.

Williams, radicada en Estados Unidos, se mudará ahora a Dallas desde donde comenzará a presentarse al circuito de audiciones para sopranos y de ese modo acabar la pausa de los escenarios que provocó la maternidad.

“Esta ha sido una experiencia fabulosa, especialmente con el elenco, hemos logrado un rapport bien bueno. El coro es fabuloso, la orquesta y la compañía espectacular y ha sido bien bueno lograr presentar un complot completo para el público en dos horas”.

Además la soprano disfruta el hecho de que esta es la ópera más extensa que ha trabajado y que “por primera vez no muero en escena”. “Esta vez termino rica y con novio”, cuenta jocosa la suerte de su personaje.

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É

l es bueno, lo que pasa es que está confundido”, opina sobre Don Pasquale el joven tenor puertoriqueño Joel Prieto, radicado en Alemania, quien da vida a Ernesto, un rol que ya ha cantado en Europa.

Dicho personaje lo encuentra, en principio, “demasiado melancólico”. “Suerte que después sale de eso”, celebra.

“Vocalmente Ernesto tiene bastante reto, hay que pensar en la técnica porque tienes que tener la voz en su sitio, si no no funciona. Hay que llegar a lo más puro y perfecto que uno pueda. Tiene mucho fraseo y hay que estar bien pendiente de la respiración y estar bien sincronizado con el director de orquesta. Me viene perfecto para esta etapa”, acepta Prieto quien también ha disfrutado al máximo el regreso a la isla y el reencuentro con los colegas de siempre.

De aquí parte a Rusia donde tendrá un recital a inicios de octubre en Moscú para luego volar a Chile donde integrará el elenco de La flauta mágica y luego acude a Francia para cantar en Doña Francisquita.

“Cada oportunidad me da más seguridad, me lo disfruto más y tengo más libertad de expresarme. Trabajo mucho con la técnica y eso me permite lograr esas cosas, juego más con la expresión”, culmina Prieto.

Vistazo <span>by Suministrada / OPR</span>Voz en pausa <span>by Suministrada / OPR</span>El gran Don Pasquale <span>by Suministrada / OPR</span>Tras bastidores <span>by Suministrada / OPR</span>¡Acción! <span>by Suministrada / OPR</span>

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