a ventana está abierta. Bien abierta para conocer un mundo matizado por diversas expresiones artísticas que igual tocarán al que estudia Ciencias, Matemáticas o Humanidades.

Porque cuando entramos al salón de clases no podemos quitarnos el sombrero de seres humanos, la Universidad de Puerto Rico ha ideado un abarcador plan cultural que estiman debe impactar tanto a la comunidad universitaria como al público general.

Apostar en grande a la cultura significa para el presidente del primer centro docente del país, Uroyoán R. Walker Ramos, “un reconocimiento del valor que tiene el arte dentro de la cultura y lo que puede aportar a la creatividad y el complemento de lo que somos como puertorriqueños”.

Contemplando que el Sistema UPR está compuesto por once recintos que arropan la isla a lo largo y ancho de su territorio, la Oficina de la Presidencia presenta En la UPR se vive cultura, agenda cultural que incluye, entre otras cosas, el retorno de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico al Teatro de la UPR en Río Piedras -además de un gira de ésta por varios recintos-, la designación del maestro Nelson Sambolín como Artista Residente del Jardín Botánico, la creación de una muestra gráfica en honor a Lorenzo Homar bajo la dirección de Rafael Trelles y el proyecto Jardineros de Cariño, diálogo con Agustín Stahl ilustrador que atrae también a la comunidad general.

Su formación en matemáticas le permite a Walker reconocer sintonías entre dicha materia y la música, toda vez que un sistema de patrones -en ambos casos- son percibidos y analizados por el cerebro. De ahí que esté más que satisfecho conque la Sinfónica isleña haya vuelto al Teatro de la UPR, específicamente para ofrecer varios conciertos integrados en la oferta del Festival Casals, costumbre que nació el 22 de abril de 1957 cuando allí se presentó el concierto inaugural de la jornada musical.

“Eso no sucedía hace años”, dice Walker a Lapicero Verde, “y era importante para mi que regresaran y estuvieran disponibles tanto para el público general como para miembros de nuestra comunidad universitaria, particularmente para los estudiantes; que supieran ese teatro es suyo. Todo lo que sucede en la Universidad es por y para los estudiantes, para que puedan pasar por esas experiencias. Ya tocó también en el teatro Pablo Milanés y Joan Manuel Serrat viene en septiembre”.

La gira sinfónica por los recintos ya arrancó y el Presidente está complacido con la respuesta tanto en Ponce como en Mayagüez, de modo que espera similar apoyo en Aguadilla (6 de mayo) y en el Recinto de Ciencias Médicas (27 de mayo).  El próximo semestre la Orquesta Sinfónica visitará los siete recintos restantes.

“Ha tenido una acogida muy buena toda la oferta, al igual que la que auspician los rectores. Este tipo de actividad fomenta no tan solo la alimentación del alma si no también un compartir y un saber que estamos juntos en esta experiencia humana”, resalta sobre las visitas sinfónicas y las agendas culturales de cada recinto como Sinestecias en Carolina y Presencias en Mayagüez, entre otras.

Para eso está la Universidad, para formarse en el sentido más amplio de la palabra tanto en el área de la Ciencia y de las Artes hasta verlas como dos cosas que son la misma cosa; es la misma experiencia humana con distinto enfoque y (descubrimos) cómo podemos responder a ella

La Universidad aceptó además integrarse a la conversación que iniciaron artistas del grabado cubano para honrar el centenario del natalicio del maestro Lorenzo Homar. Luego que dicho portafolio cubano en honor al puertorriqueño Homar se mostró en La Habana este año, viajó al recinto riopedrense donde fue expuesto.

Ahora, comandados por el experimentado artista Rafi Trelles, un grupo de alumnos de la UPR en Río Piedras y Mayagüez, y de la Escuela de Artes Plásticas, trabajan en piezas que celebran el legado gráfico de uno de nuestros máximos exponentes en dicho renglón. Junto a otras logradas por veteranos de la gráfica se reunirán en la muestra Lorenzo Homar, tributo gráfico puertorriqueño que viajará a las tres instituciones antes mencionadas.

“Es el tributo gráfico puertorriqueño a la figura cimera del arte gráfico en Puerto Rico que, indiscutiblemente, es Lorenzo Homar”, dice sobre la iniciativa que va “en diálogo y respuesta” a la gestión cubana la cual cuenta con “la figura potente del estudiantado de la UPR y de Artes Plásticas”.

El Maestro Nelson Sambolín obsequia impresión digital a Susan Homar, en honor a su padre Lorenzo Homar. Suministrada / UPR

El Presidente de la UPR subraya las múltiples responsabilidades que tiene la institución con respecto a las mentes que a sus aulas llegan en busca de formación.

“Para eso está la Universidad, para formarse en el sentido más amplio de la palabra tanto en el área de la Ciencia y de las Artes hasta verlas como dos cosas que son la misma cosa; es la misma experiencia humana con distinto enfoque y (descubrimos) cómo podemos responder a ella”.

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l Jardín Botánico verá con más frecuencia un rostro y es el del artista Nelson Sambolín, quien al ser nombrado Artista Residente tendrá el amplio espacio verde como fuente de trabajo e inspiración. Su taller se establecerá allí mientras dure su designación que será rotativa y que igual considerará artistas locales e internacionales.

“Nelson Sambolín se creó dentro del ambiente universitario y tiene mucho que devolverle a la Universidad y al país”, afirmó Walker satisfecho por el “sí” que le brindó al proyecto el pintor, grabador, diseñador gráfico, dibujante y profesor.

Sambolín es el gestor de un proyecto que vincula el arte, el ambientalismo y el legado botánico y científico de Agustín Sthal, uno nuestros primeros científicos. Se llama Jardineros de Cariño, diálogo con Agustín Stahl ilustrador y contempla no solo la creación de múltiples brigadas de jardineros para optimizar el jardín sino además caminatas guiadas con especialistas para apreciar plantas endémicas y en peligro de extinción que allí habitan, y jornadas con hasta cien artistas pintando al unísono en diversas zonas.

El Maestro Rafael Trelles ofrece datos sobre la exposición “Lorenzo Homar, tributo gráfico puertorriqueño”. Al fondo a la izquierda, el presidente de la UPR, Uroyoán R. Walker, y el rector del recinto ríopedrense, Carlos E. Severino Valdez.        Suministrada / UPR

El segundo proyecto que armó Sambolín producirá una serie de pinturas en formato mayor, realizadas en óleo sobre lienzo con el jardín como gestor de misterios y fantasías.

“Agustín Stahl es otra figura cimera, tanto desde el punto de vista científico y artístico, y muestra cómo se casan dos mundos en uno. Tenemos la recreación de esa experiencia en la actualidad y vemos cuál es la lectura en el 2015 de ese mismo escenario. Para eso el Maestro Sambolín magistralmente ha concebido un proyecto donde junta distintos grupos para trabajar sobre ese mismo tema, integrando no tan solo las personas que trabajan aquí, sino además otros estudiantes como los de la escuela Amalia R. Marín, del barrio Venezuela, que colinda con el Jardín Botánico”, expone y menciona otros implicados como empleados del Jardín Botánico, estudiantes de artes plásticas, integrantes de la Hermandad de Empleados Exentos no Docentes y del Sindicato de Trabajadores de la UPR, exalumnos y la comunidad en general.

La meta es clara: que todos asuman “que esto está aquí para ellos y para el pueblo”, dice aludiendo al Jardín Botánico.

“Deben gozar del regalo que da la naturaleza”, exhorta el Presidente.

Como ha hecho él. Walker comenta que suele trotar por el Jardín Botánico y hasta tiene una vereda favorita.

“La que conecta el Jardín Monet al Jardín Oriental es mi vereda”, cuenta, “tiene un je ne sais quoi, en buen español, un no se qué. Yo me crié en Canóvanas y creo que me recuerda la entrada vieja al pueblo que tenía una carretera y árboles por ambos lados y parecía un túnel de árboles. Eso parecen esas veredas; uno se siente cobijado y protegido”.