l artista Antonio Martorell -sombrero fiel, barba blanca y caprichosa- sale de una de las cuatro salas que albergan en el Museo de Las Américas, las obras de su exposición retrospectiva Imalabra: Antonio Martorell y sus amigos. Es mediodía y el sol castiga sin piedad el patio central del antiguo fuerte militar español, el Cuartel de Ballajá en el Viejo San Juan, sede del museo. Los pasillos lucen más claros.
Al anochecer abrirán las puertas al público para disfrutar de esta muestra viajera que celebra 50 años de trayectoria artística de Martorell, la cual ya ha sido apreciada desde el año pasado en el Museo Nacional de Bellas Artes, en La Habana, Cuba; en la Universidad del Claustro de Sor Juana, en Ciudad de México, en el país azteca; y en el Museo de Arte Moderno, en Santo Domingo, República Dominicana. El gran cierre es en Borinquen con un coro de centros culturales y museos que, a modo de saludo al evento, lo celebrarán con exhibiciones y actividades alusivas a la trayectoria de este maestro del dibujo, el grabado, la pintura, la escultura y la palabra.
Pero ahora es mediodía, el calor lo recuerda, y las puertas de las salas aún están cerradas al público. Solo un inmenso mural confeccionado con letras grabadas en madera y luego impresas en paños de telas de diversos colores queda visible en el pasillo principal del segundo piso del museo. Cada uno exhibe una letra formada con figuras de niños y niñas. Juntas ocultan un mensaje que espera ser encontrado.
“El espectador se integrará a esta muestra”, afirma convencido el artista observando el inmenso mural de su autoría en el pasillo, “para empezar, ahí tienen que buscar a Oscar”.
En efecto, la pieza se llama Buscando a Oscar, aludiendo al preso político puertorriqueño, Oscar López Rivera, quien lleva 33 de sus 77 años preso en una cárcel en Estados Unidos por cargos de “sedición”.
“Esta es una sopa de letras en la que uno pesca con la cuchara del ojo un decir, una cita de Oscar López Rivera, el prisionero político más antiguo de América. Va a haber un cuadro al lado donde va a ser más fácil identificar la cita pero ahora te voy a ayudar”, se ofrece galante.
“En la tercera fila, de arriba para abajo, dice ‘No’, ¿ves la N?, ¿ves las formas?, son los cuerpos de los niños los que configuraron esas letras'”, afirma señalando con el índice a lo alto del mural.
“Sigue acá”, atrae nuestra atención a otra fila de letras del mural.
“No quie-ro que”, lee, “se refieran a mi li-be-ra-ción, prefiero ex-car-ce-la-ción”.
No acaba aún el mensaje. Lo advierte el maestro.
“Entonces acá dice”, explica señalando otra área, “mi li-ber-tad no la he per-di-do”.
Martorell asegura que nunca ha contado la cantidad de letras que ha confeccionado para este tipo de obra a lo largo de su carrera. No es la primera vez que utiliza la técnica de llevar mensajes con letras grabadas en madera e impresas en tela.
“Las letras comenzaron a hacerse en el 1994-1995 y han tenido muchas vidas”, señala.
Una de ellas fue en una escuela pública situada en el área de Washington Heights, en la ciudad de Nueva York.
“Era una escuela primaria”, afirma sobre el trabajo que le fue comisionado “y el mural decía ‘La ignorancia es el peor enemigo de la civilización: Eugenio María de Hostos’. Eso en un lado del auditorio y en el otro está en inglés: ‘Ignorance is the worst enemy of civilization’, porque en esa época Washington Heights, y esa escuela en particular, tenía el índice de lectura y escritura más bajo de todo Manhattan; justificadamente porque la mayor parte de sus estudiantes eran niños y niñas de reciente inmigración dominicana de áreas rurales. Imagínate, se une esa experiencia de la República Dominicana con la llegada a un ambiente extraño y hostil de la ciudad de Nueva York: dos idiomas, dos culturas, dos modos de hacer y ser, claro que iban a tener dificultad”.
Martorell no tuvo la menor duda de que la ocasión requería de la sabiduría del prócer boricua Eugenio María de Hostos.
“Quien estaba obligado a estar era él que es tan puertorriqueño como dominicano, nació en Mayagüez y está enterrado en el Panteón de los Héroes y Mártires en la ciudad de Santo Domingo”, subraya.
Las letras, acepta, “han tenido varias vidas”, ya que se han transformado en distintas obras que han sido expuestas en espacios locales e internacionales.
“Pero esta sopa de letras es la solución que más me satisface”, confiesa sobre la propuesta creada para Imalabra, exposición que permanecerá abierta al público hasta el 17 de enero de 2016.
Las satisfacciones no pasaron de largo. Esa noche, en la apertura, Martorell pudo compartir con sus amigos, sus fanáticos, y con los que en su obra se han visto retratados a lo largo de más de cinco décadas de labor artística.
“Quisiera ver esta retrospectiva más como una prospectiva”, fue citado el artista en el catálogo de la muestra en la que mediante series, carteles, portafolios, instalaciones y juegos de mesa se cuenta y nos cuenta, “y en muchos modos lo es”.
“Me explico: ver estos trabajos juntos me provoca nostalgia por los que aquí no están, por los que quedaron en el camino, realizados o no, y por los que con su sola presencia reclaman que haga más y mejor en un futuro cada vez más breve”, agrega para más tarde señalar que “se aprende en el camino y cada nueva experiencia propia o ajena es una promesa de excesos por venir”.
Ahora Martorell debe irse. Su presencia es reclamada en otro lugar antes de la gran cita nocturna en el museo.
“Una exposición así es la mejor excusa del mundo”, se despide regalando sonrisas y adioses.
Otro día, de los buenos, se añade a su carrera. Seguro lo narrará en la próxima exhibición.
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Las siguientes instituciones presentarán actividades en homenaje a Imalabra:
- Galería San Juan Bautista, Municipio Autónomo de San Juan, Álbum de familia, 13 de agosto
- Casa Ashford, Municipio Autónomo de San Juan, El ABC de Abelardo, 10 de septiembre
- Museo de Arte de Bayamón, A restos: una instalación gráfica, 24 de septiembre
- La Casa del libro, La letra dibujada, 30 de septiembre
- Museo de Arte de Ponce, El papel del retrato, 4 de octubre
- Escuela de Artes Plásticas, Aprehender, aprender y prender sobre arte y Antonio Martorell,15 de octubre
- Museo Casa Roig, Humacao, La casa en la casa, 28 de octubre
- Fundación Nacional para la Cultura Popular, Los surcos de Martorell, 7 de noviembre
- Mona Lisa y Galería Guatíbiri en Río Piedras, 12 de noviembre
- Modelo para armar: saludo a Imalabra de Antonio Martorell (Mona Lisa)
- Las moscas de Machado (galería Guatíbiri)
- Fundación Casa Cortés, Intervención achocolatada en Casa Cortés, 19 de noviembre
- Liga de Arte, White Christmas Revisited, 3 de diciembre
Para más información acerca de estas actividades puede contactar a las instituciones o accesar la página del museo: www.museolasamericas.org.
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