20/09/2014


In Memoriam: Walter Murray Chiesa

Llamaba a los artesanos “informantes del pueblo” y a ellos dedicó su vida para procurarles un lugar de respeto y valía. Ante su partida física, recordemos al custodio de la artesanía boricua


E

s curioso cómo la muerte llega y trae consigo imágenes de vida. Cuando el promotor artesanal Robinson Rosado me llamó para avisarme de la muerte de su mentor, Walter Murray Chiesa, el pasado jueves 4 de septiembre, no pude evitar imaginarlo sonreído, tendido sobre la tierra que recorrió de un extremo a otro durante sus cincuenta años de trabajo en favor de los artesanos.

El 22 de febrero de 2013 lo entrevisté para el periódico El Nuevo Día y en aquel largo día, tras horas de conversación –primero en el Archivo Walter Murray Chiesa en el Museo y Centro de Estudios Humanísticos Dra. Josefina Camacho de la Nuez en la Universidad del Turabo y luego en su hogar en Bayamón–, el reconocido promotor artesanal me dijo que su energía provenía de consumir vitamina A; pero no de la que imaginamos al escuchar eso.

Su “vitamina A” eran los artesanos, y la promoción y defensa de la artesanía que con sus manos crean. “Pero también me acuesto boca arriba, extendido, y cojo la fuerza de Borinquen, de la tierra”, me comentó acerca de su fórmula para mantener el entusiasmo.

Nació en el 1923 y todavía no había cumplido 90 años. Su memoria estaba intacta. Estaba lleno de cuentos y para cada foto que revisaba tenía relatos a borbotones de los que te dan la sensación de que en el acto aprendes más sobre tu país y la forma en que las artes y las tradiciones populares conjugan nuestra identidad colectiva.

Los cuentos de sus andanzas por el Centro Ceremonial Indígena de Caguana, que dirigió como parte de sus labores en el Instituto de Cultura Puertorriqueña como director del Programa de Artes Populares de 1963 a 1973, o de sus recorridos por los campos de la isla absorbiendo las vivencias y los intereses de los artesanos, lo llenaban de un vigor que muchas personas no son capaces de sentir.

Walter Murray Chiesa

Walter Murray Chiesa con un artesano del cuatro. / Suministrada / Archivo ICP

En su oficina en el archivo que lleva su nombre, uno de los aspectos más llamativos eran sus libretas, con sus hojas amarillentas por el paso del tiempo, donde anotaba sus conversaciones con los artesanos que visitaba sin descanso. Les llamaba “las preguntonas” y en ellas guardó las respuestas a todas sus preguntas.

Cuando Murray Chiesa me habló de su trayectoria, de eso que provocaba que algunos se refirieran a él como “el Padre de la Artesanía puertorriqueña”, recordó con cariño y agradecimiento al que llamó su amigo y “jefe de siempre”, Ricardo Alegría. Todavía hablaba con admiración sobre la forma en que Alegría se refería a los artesanos como los “artistas del pueblo” y, esas palabras, como su vida probó, se le quedaron grabadas.

Murray Chiesa -acompañado de su esposa Nydia Fornés (a la que llamó su novia durante los más de 50 años que pasaron juntos), una de sus siete hijos, María Luisa, y uno de sus aprendices, Robinson Rosado- nos atendió en su casa, sentado cerca de un mural taíno que su nieto, Daniel Varela Murray, le preparó inspirado por el cerro Mapurita de Jayuya. Utuado y Jayuya fueron dos de los pueblos que más quiso y cuando nos habló de ellos, la mirada se le iluminó como cuando se tiene ante sí algo que se ama profundamente.

Aquella tarde nos despidió con optimismo por la vida pero con pesimismo respecto al artesano y su lugar en el país. Lamentó que “no hay conciencia aún” sobre el valor de esos artistas que llamaba “los informantes del pueblo”.

Los artesanos perdieron a uno de sus defensores más férreos y comprometidos, pero quizás queda como consuelo que ese señor de espejuelos grandes, como los que usan los abuelos, vivió por el campo y sus cuentos, y que mientras lo recuerden él está acostado sobre la tierra, tomando vigor de esa, su particular vitamina A.

Walter Murray Chiesa

La memoria de Murray Chiesa se mantenía intacta y repleta de historias sobre el trabajo artesanal.
Suministrada / Archivo / ICP

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