na vez tuvimos tiempo para esto. Nos acostábamos en el suelo a mirar el cielo nocturno. Si era época navideña mejor porque cada punto brillante que veíamos a simple vista eran dos posibilidades: la Estrella de Belén o los Tres Reyes Magos. No había nada más ni era preciso usar telescopio. Eran ellos.

Y sí, lo son. Al menos así llaman a estas estrellas que en estos meses ya pueden avistarse en el cielo a partir de las diez de la noche, según explica Gregorio E. García Morales, presidente fundador de la Sociedad de Astronomía de Puerto Rico, entidad educativa fundada en el 1985. Pero hay mucho más.

“Por la contaminación lumínica que tenemos no se ve pero cuando observamos el cielo lo que está allá arriba es precioso”, indica García, “en esta temporada se ve la Gran Nebulosa de Orión que es una cuna de estrellas y a Sirius”.

Como Messier 42 se conoce la Gran Nebulosa de Orión que asegura “es una cuna de estrellas”. Orión es una gran constelación y se le conoce comúnmente como “El cazador”.

Imagen de Orión tomada en el Observatorio Paranal en Chile.

“Es una nube de veinticuatro años luz de diámetro en el área, mayormente de hidrógeno, gas y polvo, iluminado por cuatro estrellas grandes en un cuadrito que iluminan la parte oscura de esa nube. Hasta con binoculares se puede ver”, expone sobre uno de los sujetos astronómicos más fotografíados de la historia.

También es oportunidad de ver la estrella Sirius, una de las más notables en el firmamento y la cual es considerada “la más brillante estrella en el cielo nocturno”.

“Es la más brillante en el perro grande, eso está al este de Orión que es el cazador así que en Sirius tiene a su perrito”, sostiene acerca de la estrella a la que comúnmente se le llama “estrella perro” gracias a la constelación que integra.

Las estrellas de los Reyes Magos pertenecen al Cinturón de Orión. “Son tres estrellas en fila y, si se fijan bien, hay dos con la misma magnitud que están en línea mientras que la tercera, la de Aria, es un poquito menos brillante y está un poco fuera de línea. Así mismo se hicieron las pirámides de Egipto, siguiendo ese patrón”, resalta el especialista.

Desde finales de noviembre ya pueden observarse estas estrellas, entre nueve y diez de la noche, y así seguirán hasta febrero. Se recomienda que se ubique en el suelo o en una silla mirando el cielo, lo más cómodo posible, y luego de quince minutos observando su inmensidad, la vista estará adaptada para poder ver el espectáculo en esa gran bóveda sobre nuestro planeta.

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ste fin de semana, el show lo ofreció la lluvia de meteoros conocidas como Gemínidas que dejó a su paso entre 100 y 120 meteoros por hora. Hasta el miércoles podrá apreciarse en las noches, aunque en menos cantidad, las secuelas de las Gemínidas que comenzaron el pasado 7 de diciembre.

Estas se originan del cometa rocoso 3200 Phaethon que al pasar por el exterior del Sistema Solar se expone a viento solar que activa su superficie. García indica que los materiales y gases de la superficie del cometa son lanzados al espacio formando una corriente de partículas que pasan a orbitar al Sol en rutas semejantes a las que tomó el cometa.

“La velocidad de los meteoros de las Gemínidas alcanza unas 22 millas por segundo en su paso por la atmósfera terrestre”, manifestó García.

         En el caso de la Estrella de Belén, éste expone que teóricamente se supone que es el resultado de la conjunción del planeta Venus con Júpiter hace dos mil años.

“Se supone que siete años después de lo dice la Biblia hubo una conjunción de esos dos planetas que son los más brillantes que se unieron. En el cielo uno cruza el otro, se detiene un poquito y se unen de nuevo. Eso ocurre tres veces, está en récord, se pueden sacar las órbitas de los planetas y echar para atrás dos, tres, cuatro mil años y es una conjunción triple. Estaba en el este y duraba meses. Los Reyes siguieron esa estrella y llegaron a Belén donde el Niño Jesús”.

¿De veras?

“Esas cosas pasan en diciembre”, culmina sonriente García.

*Para información sobre el nuevo calendario de las Noches de Observación Astronómica visite astronomiapr.org.