l primer Día Nacional de la Zalsa no se olvida. El de Gilberto Santa Rosa no fue mezclado entre los cocolos bailadores. Estaba en la tarima del Parque José “Pepito” Bonano en Guaynabo, entre los cantantes de la Orquesta de Willie Rosario junto a los que maduraba para convertirse luego en el Caballero de la Salsa.

“Tuve el privilegio de estar desde el principio como artista porque yo cantaba con otras orquestas. Aquel fue el primero y cantaba con Willie Rosario. Así que nunca fui de público hasta el año pasado y estuve todo el día”, cuenta Santa Rosa vía telefónica desde Miami donde tuvo una presentación promocional para luego realizar otra en Perú.

Ninguna de las dos experiencias -en y fuera de tarima- las olvida. “Fue bien bonito, la gente me recibió con un cariño tremendo”, rememora el día soleado en el Estadio Hiram Bithorn el año pasado en el que parejas a su alrededor bailaban de todas formas: siguiendo el swing que tanto practicaron en las marquesinas de sus casas en los años setenta y ochenta como el que hoy se aprende en las escuelas de salsa profesionales.

“Hacía un sol espectacular”, recuerda el calor que colabora encendiendo la atmósfera de la cita anual de los salseros, “y lo mejor fue que me gocé la fiesta desde otro ángulo. Vi la emoción de la gente por celebrar este día, de disfrutar la música, vi gente que se encuentra allí y no se vuelve a ver hasta el próximo Día Nacional de la Zalsa y gente que viaja a la Isla solo para esa fiesta. Es una dinámica bien chévere y hay que darle crédito a la emisora (Z-93) porque ha podido posicionar el evento; la estrella del día es el evento, los demás cantamos y hacemos música ese día y eso me parece bueno que se destaque”.

Aquella edición se dedicó a El Gran Combo de Puerto Rico, y los organizadores estimaron que acudieron 40 mil fanáticos. La convocatoria de los Mulatos del Sabor fue contundente y allí estaba Santa Rosa quien ha mencionado públicamente que “por ellos soy cantante de salsa”.

“Sí, la culpa es de ellos, sabrá Dios yo pude haber sido un abogado o un ingeniero”, cuenta entre risas, “pero es cierto, escucharlos me hizo querer ser cantante”.

La continuidad de esa orquesta bandera de nuestra Isla, la actualidad de su sonido y esa presencia firme entre el pueblo es lo que anhela alcanzar Santa Rosa.

“Creo que es lo más estable que hemos tenido y sí, yo aspiro a eso. De hecho yo traté -y se lo dije a Rafael (Ithier, director de El Gran Combo), que es como mi papá, de tener un Gran Combo administrativamente hablando pero me faltaba un elemento: Rafael Ithier. Ellos han tenido una carrera larga, consistente, limpia, productiva. El Gran Combo está vigente sin ser algo nostálgico, está al día. Es interesante porque el sonido de ellos no tiene tiempo, suena actual en cualquier época y yo estoy buscando la manera de mantener esa vigencia a través de los años”, comenta el cantante.

Así los seguidores de la salsa comienzan a reconocerlo. Esta XXXII edición del Día Nacional de la Zalsa se dedica a Santa Rosa. Esta vez el aplaudido con el Premio Estrella será él.

Espero divertirme mucho y en la presentación mía no defraudar a nadie

“Esto es un gran honor, de verdad”, dice, “y espero reencontrarme con muchos amigos que no veo hace mucho tiempo. Estoy muy honrado, dentro del show hay muchísimos artistas que merecen ese reconocimiento; imagínate tú esto es a nivel de industria. Espero divertirme mucho y en la presentación mía no defraudar a nadie. Espero que la gente entienda que voy con la mejor intención de aportar algo a ese Día Nacional de la Zalsa igual que todo los salseros que estaremos allí”.

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l público de ese día especial Santa Rosa lo conoce muy bien. “Siempre hay una mezcla interesante de gente”, define y agrega que a veces van muy jovencitos con la idea precisa de “tener esa experiencia, de vivirse por primera vez un Día Nacional de la Zalsa”.

“Para otros representa un llamado a la nostalgia, acordarse de los años mozos, dónde bailaban, a qué clubes pertenecían y se reencuentran allí para recordarlo. Y está también el fanático del artista X o Y que quiere verlo. Todo eso se une”, describe el cuadro que lleva años observando.

El denominador común de todos, sin duda, es la salsa pero existe algo más. “Hay implícito un orgullo nacional porque se celebre esto en Puerto Rico, porque se enarbole esa bandera con orgullo celebrando algo más allá de la mera música. Lo que decimos es ‘somos orgullosos de lo que tenemos, de nuestra música”, opina.

El momento es digno de subrayar porque no lo detona ninguna campaña política ni ninguna cruzada religiosa. Es la música quien une, mueve y motiva.

Es una dinámica que la comparo con el público de Viña del Mar, que le dicen el Monstruo, pues aquí nosotros tenemos un monstrito exigente que conoce y no acepta que les des el 60%, ni siquiera el 100. Le tienes que dar el 200%

“Aflora ese sentimiento nacional que tanto necesitamos todos los boricuas ahora para que empujemos todos para el mismo lado y echemos la isla pa’ lante”, enfatiza.

Esos espectadores saben lo que quieren y no perdonan cuando no lo escuchan.  “Uy sí, es exigente ese público”, concede Santa Rosa, “ese día tienes que dar lo mejor de ti. Tratar de escoger el repertorio correcto es la parte más difícil porque estás entre el fanático del corazón del rollo que se sabe todas tus canciones y el salsero rabioso y tradicional. Hay que sacar pecho pero puedo defenderme en ese escenario. Es una dinámica que la comparo con el público de Viña del Mar, que le dicen el Monstruo, pues aquí nosotros tenemos un monstrito exigente que conoce y no acepta que les des el 60%, ni siquiera el 100. Le tienes que dar el 200%”.

Los exponentes que pisan la tarima lo saben. Este año estarán desde Tony Vega, Plenéalo, Mickey Cora y Tito Allen hasta Pirulo y su tribu, Richie Ray & Bobby Cruz, Adalberto Santiago y Sammy González, entre muchos otros. Con una orquesta dirigida por Louis García, Santa Rosa debe entrar a escena a las seis de la tarde.

“Todo el que se presenta allí va con la conciencia y la responsabilidad de que -como decimos- ‘tenemos que ponerla’. Ese público se lo merece y espera, llega bien temprano y no se quiere perder nada. La intensidad va subiendo y tú le tienes que responder. No puedes ir allí a poner un huevo”.

Él estuvo a punto. Reconoce que no siempre le ha ido como planificado en sus intervenciones en el Día Nacional de la Zalsa.

“Una vez traté de ser el paladín de la justicia porque había muchos actos de salseros veteranos y traté de traer algo nuevo pero me equivoqué totalmente. El público fue cariñoso y cortés conmigo pero sentías que preferían otras cosas de mí, cosas de mi repertorio pero más clásicas. Fue como ‘hello, gracias Gilberto pero queremos escuchar otra cosa'”, recuerda entre risas.

La lección, asegura, ya la aprendió. Como también ya asumió que la gente espera el tema Perdóname en todas sus presentaciones. “Mi amor, todos los días en Puerto Rico y en todas partes”, asegura el artista, “en Centro y Suramérica esperan que no te salgas de la versión original del disco, debes cantarla igualita, incluyendo el soneo y después inventas. Aquí no, en Puerto Rico les gusta que tu inventes con el soneo”.

Considera un gran halago que le soliciten la canción una y otra vez. “Hay dos canciones con las que nunca voy a decir ‘ay, otra vez’ y son Perdóname, de Jorge Luis Piloto y Conciencia, de Omar Alfanno. Perdóname es una canción bandera”.

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uienes armonizan con su sonido reconocen que Santa Rosa ya está en otro nivel. Es momento de inventar, de revisar, de reiniciar sus prioridades, sueños y metas profesionales.

“Estoy en un momento de todo eso pero la palabra es madurez y eso te inspira a ser creativo y refrescante con tu música y tu propuesta y a ser cauteloso para no hacer disparates ante el reto de mantenerte actual y vigente. Tú escuchas, buscas pero sabes dónde estás. Tú tratas de ser líder en tu proyecto, no un seguidor, tener un estilo definido que funcione, no irme corriendo detrás de lo que está de moda. Eso te lo da la madurez y el oficio”.

Mucho ha heredado Santa Rosa de cantantes que le precedieron y sabe que lo observan nuevas voces que hacen salsa desde otras propuestas artísticas. Le complace cómo luce el panorama salsero boricua aún con la difícil situación que impone la falta de espacios en los medios de comunicación.

Eso de ‘canta bien pero no es Ismael Rivera’ no se debe hacer. Claro que no lo va a hacer así porque Ismael Rivera es único. Vamos a divertirnos y a disfrutar del talento de los muchachos, del valor que tienen de ser saleros en esta época

“Para que la salga siga viva es fácil lo que hay que hacer”, comenta, “los muchachos están ahí haciendo el trabajo, ábranle la puerta, que le den apoyo los medios y el público. Cuando yo era muchachito se vendían discos, se hacían presentaciones de televisión, de radio y no es un secreto que eso ha mermado mucho. Así que, al público le digo, si le gusta determinado cantante, cómprenle el disco, vayan a su concierto, eso hace que tenga poder de convocatoria y el resto de la industria lo tome en serio. Talento aquí -y afuera- lo hay, lo que falta es aplaudirlo”.

Ese es el panorama ideal con las nuevas voces. ¿Cuál es, entonces, el peor?

“Compararlos con otros”, dice de inmediato, “eso, de ‘canta bien pero no es Ismael Rivera’ no se debe hacer. Claro que no lo va a hacer así porque Ismael Rivera es único. Vamos a divertirnos y a disfrutar del talento de los muchachos, del valor que tienen de ser saleros en esta época. Lo que me preocupa es que no tienen la plataforma pero me quedo tranquilo porque estamos bien representados. Además, no podemos juzgar porque ningún cantante es lo que era; cuando empezamos todos teníamos un talento sin pulir”.

Algunos de esos exponentes son jóvenes pero veteranos en el ruedo salsero y menciona a NG2 o N’Klave, entre otros como Pirulo y su Tribu que se ganó su oportunidad de debutar este año en el Día Nacional de la Zalsa tras vencer en el sondeo realizado por Z-93 entre sus radioescuchas.

“Pirulo me encanta porque tiene un sonido bien específico, es auténtico y rompe esquemas. Hay que apoyar al hombre y que vengan muchos más”, celebra Santa Rosa.

El Caballero de la Salsa tiene una herencia que compartir.

Día Nacional de la Zalsa

• domingo 15 de marzo, desde las 11:00 a.m.
• Estadio Hiram Bithorn, San Juan
• Boletos: 787/792-5000