uestro baloncesto cambió en el 1979. Lograron un espacio en la Selección Nacional Charlie Bermúdez (capitán), Raymond Dalmau, Angelo Cruz, Rubén Rodríguez, Mario “Quijote” Morales, Ángel “Cachorro” Santiago, Georgie Torres, Néstor Cora, César Fantauzzi, Michael Vicens, Willie Quiñones y Roberto Valderas. De doce jugadores, tres eran nacidos y criados en la Isla y el resto pertenecía a los llamados nuyoricans, personas nacidas en Puerto Rico o descendientes de puertorriqueños que viven o vivieron en la ciudad de Nueva York.

Hablaban spanglish y jugaban sin miedo. Su flow en la cancha era distinto. Llegó la fantasía. Los que en Navidad crecieron en la playa y los que en esa época debían invernar como osos coreografiaron juntos un nuevo swing en el tabloncillo.

La cancha se convirtió en un laboratorio social de lo que era el ir y venir entre Puerto Rico y Nuevo York. El concepto de identidad boricua adquirió nuevas definiciones que requerían flexibilidad. El tiempo nos enseñó que los de aquí y los de allá eran puertorriqueños. Diferentes, pero puertorriqueños.

Desde el año 2013 el documental Nuyorican Básquet 79 comenzó a caminar y al momento se encuentra en etapa de postproducción. Se concentrará en ese combinado nacional que el 13 de julio de 1979 enfrentó al equipo de baloncesto de Estados Unidos por la medalla de oro, en los VIII Juegos Panamericanos que aquí se celebraron dicho año.

“Claro que fue un equipo clave, fue el primer momento en que se profesionalizó y se pensó un proyecto de Selección Nacional de Baloncesto en Puerto Rico”, explica compartiendo entusiasmo Ricardo Olivero Lora, guionista del largometraje documental y coproductor del mismo junto a Julio César Torres.

“Antes habíamos tenido buenos resultados: la hazaña de Pachín Vicens, llegamos cuartos en un Mundial (Argentina 1990) y en unas Olimpiadas (Tokio 1964). Pero este equipo se desarrolló un año antes de los Panamericanos, estaba que estillaba. Solo le faltaba una cosa, lo de siempre, un centro alto”, sostiene Olivera.

Habla con el fervor compartido por toda una generación de boricuas que se sintió representada plenamente por su Selección. Ese sentimiento debe traducirse en el documental Nuyorican Básquet 79. Contaron con apoyo económico de la Comisión de Cine de Puerto Rico y del Comité Olímpico Internacional, entre otros auspiciadores privados, quienes les permitieron realizar la mayoría de los entrevistas. Pero aún queda trabajo por hacer.

Al momento tiene lugar una campaña en la plataforma de recaudación de fondos Indiegogo / Kickstarter que busca reunir los $17 mil que le restan para completar el documental. Una de esas cosas importantes que claman por resolución en la lista de pendientes es poder entrevistar a jugadores que integraron la selección estadounidense que aquí se enfrentó a la boricua en el Coliseo Roberto Clemente. Entre otros, los retirados NBA Kevin McHale e Isaiah Thomas, y a su fogoso dirigente, Bobby Knight.

Pero este equipo se desarrolló un año antes de los Panamericanos, estaba que estillaba. Solo le faltaba una cosa, lo de siempre, un centro alto,”

“Queremos hacer entrevistas adicionales a jugadores o participantes de ese equipo de Estados Unidos porque es importante para la narrativa del documental”, dice sobre personajes que para el pueblo se convirtieron en antagonistas ese año.

“Además, el dinero nos ayudará con la banda sonora, ya todo está listo para grabar”, advierte sobre el trabajo de composición y ejecución realizado por el experimentado Furito Ríos que reunirá 35 músicos.

Julio César Torres y Ricardo Olivero Lora durante la filmación en Nueva York.

Los créditos del trabajo incluyen a 
Freddie Marrero Alfonso como productor; Ilia Janice Vélez como gerente de producción; Santiago “Chago” Benet es el director de fotografía; y Eduardo Mariota el editor.

Margarita Aponte trabaja el sonido directo; Reaktor Post labora la post-producción; Zoom Ideal el diseño y la animación mientras que el periodista
Hermes Ayala es el responsable de la investigación.

El trailer incluido en la campaña en Indiegogo trae de vuelta rostros familiares. Con cariño reconoces figuras con las que gozaste y sufriste. O sufriste y gozaste porque así es el baloncesto.

Néstor Cora, con su inseparable guitarra, Ángel “Cachorro” Santiago retornan. A nuestro oído vuelven narraciones de juegos “no aptos para cardiacos”, en la voz inolvidable de Manuel Rivera Morales quien pide rezos por un tiro libre que haría Georgie Torres. “Pueeeeerto Rico”, grita para celebrar la encestada.

Ese mismo Georgie Torres, unos cuantos años más tarde, reflexiona sobre la Selección en el documental. “Como equipo, el del 79 no tiene comparación”, dice con la autoridad que le confiere haber jugado múltiples campañas en nuestro baloncesto superior nacional y con la selección en el foro internacional.

En el contexto de la época evalúan al equipo del 1979 el líder federativo Tuto Marchand, los comentaristas y analistas Fufi Santori y Elliot Castro, el ex dirigente nacional Carlos Morales, y el dirigente y asistente, respectivamente, de dicho combinado: Flor Meléndez y Julio Toro.

“Si nosotros no hubiéramos tenido aquí todos esos jugadores en aquellos momentos, a lo mejor el baloncesto que tenemos ahora no hubiera tenido la historia que tiene”, afirma Meléndez en su intervención.

La carrera internacional como dirigentes de Meléndez y Toro arrancó después de aquellos Panamericanos.

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livero Lora tenía tres años cuando se celebraron los VIII Juegos Panamericanos en Puerto Rico. “Soy fan del baloncesto desde siempre”, cuenta, “mi mamá tiene mi primer mechón, mi primer diente y las taquillas de la inauguración de los Panamericanos del 79”.

Lo de los nuyoricans llegó más tarde. Su hermano mayor, Fernando, lleva tiempo relacionado al programa de selecciones nacionales de baloncesto que suele hacer giras de captación de talento alrededor de la isla y en puntos claves de concentración boricua en Estados Unidos como Florida y Nueva York.

“Una vez regresó de Nueva York con mil historias y eso me prendió el bombillo”, rememora el director cuando se interesó por la aportación nuyorican al baloncesto local, “en el momento cúspide de su llegada, en los 80’s, no había un solo equipo aquí que no tuviera uno o dos nuyoricans”.

Pero la historia de los baloncelistas nuyoricans era demasiado amplia. Debía enfocarse. El 1979 le dio el deseado foco.

“Nuestra selección ese año recogía la síntesis de lo que había sido la contribución nuyorican, que comenzó a aportar desde los 60’s, al baloncesto nuestro. La posibilidad de contar la dinámica social y el contexto político en Puerto Rico cuando se celebraron los Panamericanos y cuando jugó esa selección me enamoró. Hice la investigación y luego se integró Hermes Ayala que hizo un trabajo extraordinario. Este proyecto nace como un agradecimiento a los nuyoricans por el valor que le añadieron al baloncesto puertorriqueño”.

Raymond Dalmau hace un tiro al canasto defendido por Kevin McHale del equipo USA.

Ese año 1979 pasaron muchas cosas en el baloncesto. La NBA (National Basket Association) cambió con la llegada ese año de jugadores como Magic Johnson y Larry Bird quienes le inyectaron nuevos estilos, ritmos y riñas. Y en la Isla comenzó a establecerse como regla, no como excepción, el estilo que trajeron los nuyoricans.

“Que no era otra cosa que el baloncesto de los negros afroamericanos que se jugaba en Harlem, que fue la cuna del baloncesto en Nueva York. Después llegaría al Bronx pero todo empezó en Harlem”, puntualiza Oliveros sobre el tema de su primer documental aunque Torres, “otro fiebrú iracundo de nuestro baloncesto” sí posee experiencia en el campo cinematográfico.

Ambos productores interesan romper con la práctica de “excluir a los nuyoricans de la definición de puertorriqueño”. “Se ha comprobado que puede haber múltiples identidades nacionales sin ser excluyentes. La redefinición identitaria de lo puertorriqueño tiene que incluir la diáspora y en estos tiempos de tanta migración, nos cortamos las patas si no lo hacemos. También se ha querido invisibilizar las relaciones de la diáspora con la población afroamericana, se ha blanqueado un poco esa relación que ha sido y es fuerte”, puntualiza Olivero.

El equipo ha disfrutado las entrevistas de cada jugador, dirigente y hasta la del ex gobernador, Carlos Romero Barceló, quien lideró la Isla en una etapa socialmente convulsa, 1976-1980, y durante los Panamericanos del 1979.

“Fue difícil conseguirlo, nos tomó meses de gestiones y comunicaciones pero aceptó. Me preparé bien brutal para esa entrevista que duró unos 30 ó 40 minutos. Fue lo que me esperaba. Romero fue bien cordial, no tengo nada de qué quejarme. Cuando se prendieron las cámaras, Romero fue Romero”, describió la intervención del ex Gobernador.

Por los cielos Ángelo Cruz ante la mirada de jugadores del equipo USA, entre ellos, Isaiah Thomas.

Según el público va enterándose del proyecto las expresiones hacia el mismo son positivas, cuenta el productor. “La retroalimentación es excelente con el solo hecho de mencionar el año. Las generaciones que crecieron en los 70’s y 80’s tiene un conocimiento general casi enciclopédico del básquet. Se conocen esa selección de arriba a abajo así que será un banquete para ellos. Todos los entrevistados han sido muy cooperadores”.

Las cámaras consignan las hazañas del pasado pero siguen a algunos personajes de la selección en el presente como es el caso de Georgie Torres quien mantiene un programa de base comunitaria, Niños del ayer, en Fajardo.

Según el calendario de trabajo que establecieron, en enero el documental debe estar listo para viajar por el amplio circuito de festivales que en esa época comienza. Una vez culmine el ciclo, deberá llegar a los cines de Puerto Rico.

Y entonces los boricuas se reencontrarán con aquella selección gloriosa.

Para donaciones visita: https://www.indiegogo.com/projects/nuyorican-basquet-documentary-film/#/

Equipo de filmación ante el mural creado por Ismo.